Entevista a la maestra Silvia Godoy Soto.
El 20 de septiembre se festeja el día de los jubilados. En 1943, con la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social nació el sistema mexicano de pensiones y a lo largo de su existencia ha sufrido una serie de cambios tendientes a lograr un funcionamiento más eficiente del mismo.
El 20 de septiembre de 1904 se pretende reconocer a los trabajadores pasivos que dejaron de trabajar debido a su edad, amparando bajo la Ley 4.349 de Jubilación para funcionarios, empleados y agentes civiles estatales.
El primer país en crear un sistema de pensiones fue Alemania.
REEI: ¿En qué año te jubilaste?
SGS: Me jubilé en el año 2014.
REEI: ¿A qué dedicas tu tiempo, ahora que estás jubilado?
SGS: Me he dedicado a mi familia y a conocer mi país, estoy viajando muy a menudo. Incluso, también he viajado a EE. UU.
REEI: ¿Qué es lo qué más extrañas de ser maestro?
SGS: Extraño la empatía que había entre maestros, y de los alumnos extraño su alegría, sus ocurrencias, sus risas y el bullicio que hacían en el salón de clases.
REEI: ¿A qué edad fuiste maestro y dónde fue la primera vez que diste clases?
SGS: A los 24 años estudié el magisterio por medio de cursos de verano en Chilpancingo, Guerrero. Y la primera vez que di clases después de graduarme de maestra fue en un poblado alejado de la ciudad, llamada “La lajita” municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, la cual no contaba con los servicios de luz, agua y teléfono. Había un río que cubría nuestras necesidades como el de tomar agua, el de bañarnos, lavar la ropa y los candiles se usaban para tener luz en las noches. La manera de llegar a ese poblado tan alejado de la ciudad era: una parte tomando un autobús y otra parte, a caballo. Allá viví durante ese tiempo y bajaba a la ciudad cada mes para cobrar mi sueldo mensual de maestro. La escuela estaba improvisada en una ramada creada por los pocos habitantes del lugar, no había ninguna escuela, había lo principal para aprender “Un maestro y unos alumnos”
REEI: ¿Dónde fue la escuela donde te jubilaste?
SGS: La escuela se llama “General Enrique Angón” en Rodecia, municipio de Técpan de Galeana, Guerrero.
REEI: ¿Por qué escogiste ser maestro y que aprendiste con tu don (docencia)?
SGS: Era mi única opción económicamente hablando y no podía aspirar a más, era la más accesible en cuanto a gastos e inversión a mi futuro. Yo quería ser abogada para abogar por el maltrato familiar y defender a las mujeres vulnerables, para que no fueran ultrajadas.
Yo no sé si realmente tenía el don de la docencia; sin embargo, siempre me consideraron una buena maestra, estricta y de respeto. Además, yo disfruté mucho ser maestra y desde el primer día llevé a cabo el juramento de maestra: «Juro por aquello que me parece más sagrado, y por todos los maestros vivos y muertos, tomándolos como testigos, cumplir la siguiente promesa: en el ejercicio de mi profesión consideraré, antes que nada, la educación de mis alumnos».
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