Capítulo I «Divas»
Leonora y sus amigas se encontraban disfrutando un café en una cafetería de la ciudad. Ellas disfrutaban sus reuniones que hacían en este lugar, les gustaba mucho; era grande como tipo casa, con un jardín enorme, unas mesas con sus respectivas sillas y unos sillones muy cómodos; también, había una gran chimenea para disfrutar de una fogata por las noches bajo la luz de la luna. Algunos artistas bohemios se reunían para tocar sus guitarras y endulzar los oídos de los visitantes con sus melodías, mientras disfrutaban de un café frío o caliente. En los tiempos de primavera y verano era normal ver descansar a una gran cantidad de motociclistas que solían hacer una parada en esta cafetería para tomar descanso y seguir más tarde su camino, tanto estudiantes como escritores se reunían en esta cafetería. Ellas se habían reunido en esta cafetería para organizar un viaje a México, habían decidido visitar el lugar donde habían nacido y crecido sus madres. Cada quien sería la guía de cada sitio. Chelem, sería la guía de Monterrey, Nuevo león; Leonora, de Acapulco; Kanda, de Chiapas, y Danna, de Guadalajara, Jalisco. Habían decidido llegar primero a la ciudad de la silla (Monterrey), después ir a Guadalajara; luego, a Acapulco y terminar con Chiapas. También tenían pensado ir a Cancún. Chelem les comenta que está leyendo un libro muy interesante llamado “Divas” de la autora María E. Silanes. Leonora le hace una pregunta a Chelem con respecto al libro. —Chelem ¿Qué es una Diva? Chelem le contesta a Leonora: —Se dice que una diva o divo es una persona que muestra un orgullo excesivo por sus cualidades. También, se dice que diva es un artista, de gran mérito y fama, que sobresale o destaca, entre otros. Leonora dice soltando una carcajada: —¿Entonces, Kanda y Danna son unas divas? Chelem le contesta: —Exacto ellas son unas divas. Después de la respuesta de Chelem, Leonora y sus amigas soltaron una carcajada. Entonces, Chelem les cuenta acerca de una parte de la novela “Divas” donde una gitana le advirtió a una cantante española que se cuidara mucho de los celos que la rodeaban, porque veía un puñal en su espalda. La artista española había viajado con su hermana a la ciudad de México para cubrir un concierto y no tomó en serio la advertencia; meses más tarde la mataron por la espalda con un arma blanca. Leonora les cuenta una historia con respecto a un asesinato que recordó. —Yo recuerdo una historia que me contó una prima que vive en Sinaloa, Culiacán, en México. Ella estudiaba con dos amigas que se habían conocido desde la secundaria, ya tenían más de 5 años de conocerse y un día sale la noticia en los periódicos que la muchacha llamada Marlet había matado a su mejor amiga en su propia casa, con 77 puñaladas. Dicen que Marlet llegó a la casa de Diana con unos botes de nieve y que le preguntó a la madre de Diana por ella, la madre le contesta que estaba en su recámara; Marlet subió con las nieves y las puso en una mesita, le dijo a Diana que había traído unas nieves para que las comieran escuchando música fuerte, y mientras ella iba a la cocina por unas cucharas para comer el helado, le sugirió a Diana que pusiera música en alto volumen mientras que regresaba con las cucharas; Marlet regresó; pero, no con cucharas; sino con un cuchillo, y mientras Diana estaba de espalda, la mató con 77 puñaladas; se dice que un día antes, Marlet había puesto en su Facebook la frase “No sabes cuantas veces te he matado en mis sueños”. La muchacha fue al funeral de su amiga Diana; después, fue investigada por la frase que había puesto en Facebook y fue declarada culpable de asesinato. La joven asesina salió de prisión a los dos años gracias a su buen comportamiento y al buen abogado que su familia le había puesto. Sin embargo, ella ya no podía disfrutar de su libertad y se vio en la necesidad de salir del país como una exiliada, para nunca más volver por miedo a que la familia de Diana se vengara matándola. Todas se quedaron sorprendidas con el relato y Kanda, con un tono sarcástico, dice: —Y ¿por qué no le dio unas 100 puñaladas? Danna siguió con el comentario sarcástico: —Porque seguramente se le cansó la mano. A mí se me hubiera cansado quizá a las tres puñaladas. Chelem suelta una carcajada y dice: —Ok, Kanda voy a cuidar mi espalda de ti. Voy a cuidarme de los celos que me rodean. Chelem recuerda algo y les cuenta: —Fíjense que cuando leí ese libro recordé a una de mis tías mexicanas, porque también le había dicho una gitana que se cuidara de los celos que la rodeaban y realmente ella sí lo tomó en serio. Se cuidaba mucho, después de varias malas experiencias de traición con sus amigas, decidió no tener amigas, solo conocidas; porque, al principio de la amistad, todo bien; sin embargo, en cuanto avanzaban los meses, le empezaban a envidiar sus talentos, su alegría, su espontaneidad, entre otras cosas. Y la gitana también le dijo que traía mucha brujería de chamaca y eran de sus mejores amigas, según ella. Algunas incluso intentaron envenenarla, Dios le permitía siempre verlas en el acto. Kanda les dice: —No tardan en hacerle una película a la muchacha que asesino a su amiga y cumplirles por fin sus sueños de ser famosa, como fue el caso del asesino en serie llamado Conacut, que se hizo famoso por asesinar a Versace, el famoso diseñador de modas. Danna le pregunta a Kanda muy intrigada: —Kanda y ¿cómo se llama la película? Kanda le contesta: —Se llama Versace. Mírala está muy interesante. Danna hizo un comentario con respecto al tema: —Saben, hace meses estaba mirando a una vidente que decía que la asesina de la reina del pop “Selena”, llamada Saldivar, iba a salir de la cárcel y que iba a escribir y poner a la venta varios libros sobre su versión de la vida de Selena y que además iba a hacer una serie de su vida. Leonora enfurecida grita: —Qué horror de mujer, como se atreve, seguramente después de que la mató quiere difamarla. Chelem, angustiada, les hace una pregunta: —¿Por qué Selena no se cuidó? Creo que la mató su humildad. La humildad mata igual que la ignorancia. Kanda agrega a la plática: —El confiar en todo el mundo también mata. Si ella hubiera sido desconfiada, no hubiera ido sola. Y si ella no hubiera sido tan humilde, hubiera contratado a un par de guardaespaldas. Así como había mucha gente que la quería, también había gente enferma, envidiosa, que no la quería. Saben, los estudiosos que creen en la reencarnación de las almas, dicen que las personas que son asesinadas por amistades son personas muy inseguras, que tienen muy baja autoestima y que generalmente ya fueron asesinadas en otras vidas y que van a dejar de reencarnar hasta que aprendan a quererse. Una persona, con una autoestima alta, escucha y cree en su instinto cuando le dice que esa persona que se dice ser su amiga no la quiere, tiene que alejarse. No debe de darle más tiempo para que se adentre a su vida y a su familia. Leonora dice: —Kanda, quizá la asesina de Selena, no quiero ni decir su nombre, no merece ni que la nombremos; además, siempre se me olvida su nombre y bien merecido se lo tiene. Quizá la asesina de Selena la manipuló, quizá le habló a Selena para decirle que estaba arrepentida de haberle robado y que por eso iba a suicidarse; entonces, Selena le dijo que no fuera hacer eso, que iba para allá… Y cuando Selene llegó, la mató.
Danna interrumpió la plática diciendo: —Cambiemos de plática nenas. Chelem, cuéntanos qué paso con el guapo sacerdote. Inmediatamente, Kanda le dice Danna: —Pecadora. Se van a ir al infierno, tú también Danna por cómplice. Danna suelta una carcajada y le dice a Kanda: —Que desperdicio de hombre, hubiera podido hacer felices a varias, incluyendo a Chelem. Kanda le responde a Danna: —Nada de desperdicio, para Dios siempre lo mejor, hermoso y buena persona. Ellos tienen un compromiso muy grande con Dios y con todos nosotros. Incluso dicen que son enviados a la tierra con ese propósito de pelear contra el demonio. Ellos y las monjas con sus oraciones ayudan a muchas personas, han curado con su fe en Dios a personas enfermas de su alma y su cuerpo. Leonora entra en la conversación: —Saben hay una historia de un sacerdote llamado Pío de Pietrelcina, también conocido como el padre Pío. Dicen que un día llegó una muchacha a confesarse con el padre Pío y cuando la muchacha le dijo que ya había terminado de confesar sus pecados, el sacerdote le dijo que faltaba un pecado, a lo cual la joven negó tener otro. En vista de que la muchacha no estaba dispuesta a confesar su último pecado, el sacerdote le ayudó diciéndole: el pecado que te falta es que tuviste un aborto, era niño y él iba a ser sacerdote. Kanda, Chelem y Danna se quedaron sorprendidas ante la historia que había contado Leonora. Entonces, Chelem, le contesta a Danna la pregunta hecha unos minutos antes: Danna, me alejé del sacerdote, no quise ni que fuéramos amigos para no estar en tentación, porque ya sabes cómo está de guapo y qué cuerpazo tiene, me trataba con mucho cariño, él tiene un carácter muy bonito, y es muy educado con todo el mundo; porque, esa es la educación que le dan en el seminario, era mucha tentación. Además, él estaba sufriendo mucho, le gusta ser sacerdote y ayudar a la gente, tiene vocación. Yo lo puse a escoger entre Dios y yo, imagínate. Él sabía que conmigo se la iba a jugar y con Dios no se la jugaba, Dios nunca le iba a fallar. Leonora comenta: —Yo era una de las personas que no estaba de acuerdo en que los sacerdotes no se casaran. Yo decía que el sacerdote debería de pregonar con el ejemplo, que debería de tener su esposa, amarla y respetarla más que un hombre mundano. Sin embargo, ahora, entiendo por qué los sacerdotes y las monjas no se pueden casar; primero, ellos están casados con la iglesia; segundo, para estar fuertes y poder ayudar a las personas luchando contra el enemigo, deben de ofrecer a Dios su celibato, orar y estar en ayuno. Kanda dice: —Incluso cualquier persona, sin importar sea sacerdote o monja, puede pedirle a Dios un milagro, ofreciéndole su celibato, orando y ayunando. Es muy importante que la persona que le pide la ayuda a Dios le diga que le ofrece su celibato, sus oraciones y su ayuno por su ayuda. No cuenta que solo ore, se ponga en celibato y ayune; por supuesto, Dios mira el corazón de la persona. Danna como buena italiana les cuenta: —Había un exorcista italiano que tenía mucho poder, le decían San Benito. Él fue un monje, escritor y teólogo cristiano, italiano venerado en la Iglesia Católica. Este don lo ejerció con la famosa “Cruz de San Benito” y la oración que decía: «Que la santa cruz me ilumine, que el dragón no me domine; apártate, Satanás, no me tientes con vanidad, tus ofertas son maldad, tú mismo bébelas». San Benito oraba mucho, le ofrecía a Dios su celibato y ayunaba para poder vencer al enemigo, su cuerpo estaba limpio y puro y era más difícil que el demonio lo atacara y si lo atacaba no era fácil de vencerlo. Leonora les hace una propuesta: —Sería muy buena idea que cuando vayamos a México visitemos la ciudad de la plata “Taxco de Alarcón” en Guerrero, nos compremos todas una medalla de San Benito en plata. Kanda se emocionó con la idea y les dijo: —Qué emoción visitar Taxco, y tu idea Leonora de comprarnos todas una medalla de San Benito es genial. El uso de esta medalla es una protección contra Satanás y los ángeles caídos que invaden el mal. Representa el poder de la oración en tiempos de tentación y sufrimiento. Danna y Chelem también se emocionaron con la idea de Leonora; entonces, Leonora les dijo: —Y podemos llevar las medallas a bendecir en la famosa iglesia de Santa Prisca de la ciudad de Taxco. Kanda dijo: —Muchachas, quiero decirles que he decidido bañarme con botellas de agua Fiji, por el bien de mi piel y de mi cabello; ya que esta agua de EE. UU., con tanto cloro, le está haciendo mal a mi cabello y a mi piel. Leonora hace una pregunta impresionada: —¿por qué exactamente con ese tipo de agua? Kanda le responde: —Porque su alto contenido de silicio la hacen benéfica para la piel y el pelo. Mantiene la piel elástica y joven. Y por si esto fuera poco, ayuda a que las uñas, articulaciones y el pelo estén en su mejor forma. Danna agrega a la plática: —Yo he escuchado sobre esa agua, es la que trae pintada una flor grande color rosa en la botella. Es considerada agua artesanal, porque proviene directamente de la lluvia y cae dentro de una cámara subterránea que se formó naturalmente por capas de roca volcánica. Chelem agregó a la plática: —Dicen que es un agua tan pura, porque proviene de un manto acuífero ubicado en las profundidades del valle de Yaqara en Viti Levu, el archipiélago más grande de Fiji, de ahí que el agua se llame Fiji. Entonces, Danna dijo: —Ya que están decidiendo tomar baños exóticos, yo voy a tomar baños de leche como lo hacía la reina griega Cleopatra. Chelem suelta una carcajada y le pregunta a Danna: —Y ¿dónde vas a encontrar tanta burra? Porque, yo aquí no he visto burros ni burras. ¿Cómo le vas a hacer para conseguir la leche de burra? Leonora suelta la carcajada y le dice a Danna: —Tú no te preocupes, en México hay muchos burros, allá te puedes bañar diario con tu leche de burra. Chelem hace una pregunta: —¿Y qué beneficios tiene ese dichoso baño de leche de burra? Danna le contesta: —Es rica en vitaminas esenciales: A, D, E, C, K, B6, B12, B1-2-3-5, micronutrientes: hierro, zinc, cobre, manganeso y minerales: calcio, fósforo, sodio, magnesio. Contiene menos grasa que la leche de vaca y la leche humana. Y es que la leche de burra es muy beneficiosa para la piel precisamente por su composición. Es antioxidante y regeneradora de la piel, especialmente para las pieles secas o sensibles. Además, favorece la cicatrización de heridas. La historia cuenta que los griegos la utilizaban para cicatrizar las heridas de guerra. Y es un excelente tratamiento cosmético para prevenir, reducir arrugas en pieles envejecidas. También, es un gran tratamiento preventivo en casos de psoriasis, dermatitis atópica o eczemas; ya que, alivia de forma efectiva cualquier irritación de la piel, y una explosión de luminosidad para aquellas pieles que reflejan cansancio o agotamiento y tiene un efecto despigmentante para aclarar la piel, lo cual hace que esta leche sea muy recomendada en casos de hiperpigmentación. Leonora agrega más información: —Existe a la venta jabones de leche de burra y es uno de los mejores productos de higiene que podemos encontrar, ayuda a prevenir el paso del tiempo, arrugas y flacidez de todo el cuerpo. Es un tratamiento eficaz para aquellas personas con acné, porque sirve para eliminar las indeseadas marcas y manchas de la piel. Entonces Chelem les dice: —Pues yo sí voy a pecar en grande por vanidad. Yo me voy a bañar como la condesa Elizabeth Báthory. Danna le pregunta: —¿quién era Elizabeth Báthory?
Leonora se adelanta y le contesta a Danna: —Era una aristócrata perteneciente a la alta nobleza de Hungría. Nació en 1560 y desde que era pequeña sufría ataques epilépticos, en aquella época eran confundidos con episodios demoníacos y sobrenaturales. Kanda pregunta: —¿cómo se bañaba la condesa Báthory? Y Chelem le contesta: Con sangre de doncellas vírgenes. Kanda sorprendida le dice: —Wow. ¿Y por qué razón? Leonora entra en la plática y le dice a Kanda: Obvio Kanda, no estaba bien de la cabeza, era una psicópata en serie. Chelem le responde a Kanda: Obvio Kanda, como dice Leonora, Elizabeth Báthory estaba enferma, una persona normal en sus cinco sentidos no hace eso. Ella pecó en vanidad, se obsesionó por ser siempre joven, por eso se bañaba en la sangre de mujeres jóvenes para mantener su belleza. Según la leyenda asesinó cerca de 700 mujeres. Kanda pregunta: —¿cómo la descubrieron? ¿Cuál fue su condena? Chelem le responde: —Sus cómplices fueron condenadas a muerte, algunas a ser torturadas y quemadas vivas; y Elizabeth Báthory, debido a su título de nobleza, se salvó de una pena mayor y fue encarcelada de por vida; pero, nunca se declaró culpable, se defendía desde su última morada, alegando que la acusación del Rey de Hungría solo era una farsa para apropiarse de sus tierras y que solo era una víctima más de un mundo controlado por los hombres. Eso sin olvidar que la Condesa y su familia eran protestantes, frente a un país donde los Habsburgo, férreos católicos, trataban de consolidar su poder. Leonora les comenta a sus amigas. —Saben, como que la condesa no andaba tan perdida. Hoy en día hay muchos artistas que se inyectan su propia sangre en la cara para no envejecer. Hay una técnica llamada PRGF, traducida como Plasma Rico en Factores de Crecimiento, es una tecnología innovadora que permite aislar y utilizar los factores de crecimiento (proteínas) presentes en la sangre del propio paciente para potenciar, acelerar y estimular la regeneración de los tejidos. Es un tratamiento estético que persigue el rejuvenecimiento de la piel del rostro, sobre todo en el entrecejo, en las patas de gallo y en la zona situada entre la nariz y los labios. Normalmente, se hacen 3 sesiones con un periodo de tiempo de 2 o 3 meses entre ellas. El resultado dura de 8 a 10 meses tras la última inyección, aunque es visible desde la primera sesión y no es muy costoso.
Continuará...
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